El Bosque de los Cellos es un bosque secreto, tan tan secreto que ni el que te escribe sabe dónde está ni dónde estará.

En realidad ahora mismo está plantado en la imaginación, en algún lugar perdido entre «eso es imposible» y «todo se puede». Dentro de poco entre todos le daremos vida. Para ello además de trabajando estamos soñando, que eso sí que es importante.

Si visitas nuestro aula enseguida vas a ver de qué te hablo, pero como todos no vais a poder venir a la clase de cello os lo cuento un poco.

Entras en clase y todo normal; una pared de corcho, unas hojas pinchadas en ella anunciando antiguas y gloriosas audiciones…un calendario con una niña requeteguapa tocando el cello en una verde campa, otra txikitina de cello en otro calendario, en la pared de enfrente unas fotos de otros alumnos elegantes…pero, pero…miras a la ventana y ahí están nuestros pequeños.

Parece que se han puesto todos de acuerdo para desperezarse a la vez.

Al principio estaban tímidos pero en cuanto el primero asomó la cabeza y vio que allí se estaba bien no hubo ningún problema y todos se lanzaron al abordaje.

– ¡ Aquí se está de miedo !- susurró el primer pequeñajo, un ciprés macrocarpa, al tiempo que asomaba una de sus diminutas acículas por entre la tierra. Cuando hace frío el calor de la calefacción sube por la pared para calentar sus raíces y el sol de la ventana siempre les acompaña.  

Y, ¿cuando hace calor?, cabría preguntarse… Pues cuando hace calor… ¡qué decir!, ellos son los primeros en sentir el aire fresco que entra por la ventana.

Por ahora no se pueden quejar…eso sí, cuando llegue la primavera su suerte cambiará y será entonces cuando hagan su primer y último viaje. 

Entonces, en primavera, iremos todos acompañándoles en solemne marcha armados hasta los dientes con nuestras armas, ( picos, palas, tierra, tetra briks…) y juntos los plantaremos. Vivirán de forma caprichosa… pero no puedo contar más porque así lo he prometido.

Si quieres visitarlos en clase tendrás que pedir audiencia porque cuando la luz del aula se apaga, a eso de las 20:30 de la tarde y los alumnos de cello regalan sus últimas notas al viento, ellos son los reyes del lugar.

Nooo, antes no podrás visitarlos porque durante toda la tarde la clase está llena de pequeños de 7, 8 y 9 años…que pasan por ella y tocan el cello como los ángeles y… ¿ quieres que te cuente un secreto?,

¿ sabes por qué los alumnos de cello tocan siempre tan tan bonito y tan tan bien?…

Porque a nuestros pequeños árboles no hay cosa en el mundo que más les guste que la música de cello de los alumnos de Torrelavega.

¡ Ja !, ¿ por qué te crees si no que son los árboles que más crecen del mundo mundial ?.

Aquí está la respuesta; por estos txikitines que tienes aquí…jeje…  Porque ellos sí que son … ¡ GRANDES !.